¡Abrázame fuerte y sigue pegándome!
Una experiencia que nunca olvidaré, con una mujer que lo deseaba con todas sus fuerzas una y otra vez en su gran culo. El hecho de que yo pudiera golpearla tan apasionadamente y ella lo disfrutara tan lujuriosamente me excitó mucho.
Era muy negativa, probablemente debido a sus malas experiencias en la vida y tenía una opinión muy abstrusa. Yo no quería eso y le dije que podía irse, cosa que ella no quiso. Como resultado, cada vez que decía cosas así, tenía que ir directamente a la mesa de castigo, donde le daban una paliza muy estricta y larga.
Quería más y más y se lo di, en un momento dado no pudo aguantar más y su maravilloso culito se volvió hacia un lado y dejé de pegarle. Se dio la vuelta y me suplicóque «me abrazara fuerte y siguiera pegándome«, ante lo cual la castigué aún más desenfrenadamente. Nunca lo olvidaré. Como ya le dolían mucho las nalgas, paré al cabo de un rato para protegerla de sí misma y la cogí en brazos.
Se apretó contra mí y me permitió que le tocara todo, cosa que no había permitido antes porque tenía una herida abierta que aún estaba siendo tratada. Me dijo que yo era muy diferente de las demás personas que conocía y probablemente lo dijo en un sentido positivo. La forma en que se acercó tanto a mí y sus palabras me produjeron una sensación desconocida pero totalmente maravillosa. A pesar de estar tan golpeada, me gustaba de una forma bastante protectora y disfrutaba mucho de esta cercanía con ella.
Quería volver a verla rápidamente y ayudarla con sus problemas vitales, pero por desgracia eso no funcionó, así que aún no nos hemos vuelto a ver. Me encantaría volver a verla, aunque sólo fuera para tomar un café, sólo para ver que le va bien.
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