El culito ideal para los azotes
Está el culo en vaqueros ajustados, por ejemplo, que puede ser muy estimulante para nosotros los hombres. Nos encanta mirar a una mujer así por la calle.
A menudo me ocurre cuando una mujer así va en una moto de carreras que podría ir detrás de ella durante horas.
El culito que le gusta a un azotador suele ser otro. Por supuesto, los gustos son muy diferentes, así que este consejo debe considerarse subjetivo. El culito de una mujer para los azotes es de constitución fuerte, expansivo y bien redondeado. No parece más gordo cuando está desnudo que cuando está vestido.
Lo bueno es que la mayor superficie para jugar hace que el culito vibre de forma muy intensa y visible con cada caricia, lo que no es tan pronunciado con culitos más pequeños.
El claro juego muscular hace el resto para excitar totalmente a la ejecutante. Lo que a su vez proporciona a la receptora tal placer que está dispuesta a ir más allá de sus límites.
Este toma y daca basado en las reacciones y el consiguiente aumento del placer para ambos es uno de los momentos más hermosos que puedes experimentar y, en realidad, hace que el orgasmo sea superfluo.
El dolor posterior, por ejemplo al sentarse, es mucho más excitante para muchas mujeres que el castigo en sí, y además les proporciona la plenitud sexual que deseaban alcanzar con su devoción durante un periodo de tiempo más largo.
Un culo doblado como éste, con o sin verdugones o surcos, ¡es sencillamente un espectáculo maravilloso e increíblemente erótico para nosotros, los sadomasoquistas!
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